| 2004-02-17 |
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| Alguien Especial
Hace algunas semanas cuando la conoci por el msn, escribi emocionado lo que habia presentido sobre Didagi, mas ahora debo decir que he confirmado esa sensacion que tengo de ella, y debo decir que Didagi es una persona muy especial.
Fue uno de esos dias que lo tenia libre, sin trabajo por hacer decidi sacar el auto a dar unas vueltas, mas recibi un mensaje a mi movil, era Didagi la que escribia, ingrese a una cabina de internet y ahi la encontre, no la veia conectada al msn mas de 3 dias, asi que nos metimos en una de esas charlas de las que disfrutamos tanto, mas el destino es tan curioso que eligio ese dia para que ella y yo tubieramos nuestro primer encuentro personal.
Despues de haber quedado con Didagi en fecha, hora y lugar, me enrumbe a la direccion que me habia dado, ella decidio esperarme en la casa de su amiga para no incomodar a una personita de la cual quizas no me sea permitido hablar en este blog. Tome la via expresa ingrese a la Javier prado, luego voltee a la Av. La molina, llegue a un ovalo y la pista se dividia en 2 rutas, una de ellas me tentaba mas que la otra pero de alguna manera sabia que era el camino equivocado y aun sabiendo eso la tome. Al final regrese al ovalo y esta vez si fui por la av. correcta, me fije en la direccion de aquellas casas grandes y hermozas ubicadas en la Alameda del corregidor y di con el numero que habia apuntado en un papel, en ese lugar esperaba Didagi.
Estacione el auto, baje de el y con un poquito de temor toque el timbre de el intercomunicador de aquella casa, me contestaron y luego salio Didagi, mi primera sensacion fue que deseaba con ansias algo de agua, tenia la garganta seca y el estomago un poquito inquieto, ella me sonrio, nos saludamos con un beso, ella era casi igual a aquella foto que me envio, lo unico que no coincidia , era que se le veia mas jovencita y no tan alta, ella es delgadita, parece una muأ±equita de esas que te dan miedo quebrar, su sonriza era muy amical y aquellos ojos derrochaban una energia especial.
La amiga de Didagi nos acompaأ±o a la laguna de la molina, en el auto y ya con menos nervios conversabamos de temas en comun, ellas fueron mis guias turisticas en un lugar del cual no conocia mucho, al llegar a la lagunita bajamos de el auto y observamos el paisaje, hubiera sido perfecta aquella noche si el cielo hubiera estado despejado.
No sabiamos si nuestro proximo destino iba a ser cieneguilla o el mar, yo decidi por el mar ya que era un poquito tarde, y porque ademas el mar siempre me ha encantado, asi que se lo comente a Didagi y ella gustoza acepto, me guio hacia un parquecito frente al mar, un parquecito que ella conocia, un lugar muy tranqui, donde se podia conversar.
Ya en el parque y despues de sentir aquella inmensidad que solo el mar te puede dar, nos sentamos en una de aquellas banquitas a charlar, Didagi hablaba mucho de un problema que no sabia que solucion darle ( aunque en realidad ella tenia la solucion simplemente no se decidia a aplicarla ), yo la escuchaba y observaba sus ojos, sus lindos ojos, es extraأ±a esa sensacion de su mirada, era como si su alma fluyera atravez de ellos.
Llego un momento en que el frio empezo a hacernos recordar que debiamos haber ido con abrigos, mas lo curioso fue que Didagi me mostro un anillo muy bonito que logro en ella una sonriza que le habria durado algunos dias, yo cogi su mano para ver mejor aquel anillo y cuando la tenia cogida de la mano senti aquella misma sensacion que notaba en su mirada, no se como describirla, escribo de algo que no es fisico, algo que no se puede describir con palabras.
No soportamos el frio y la noche se nos hizo corta, asi que decidi llevarlas a su casa, subimos al auto y nos enrumbamos otra vez a la molina, aproveche y le obsequie un libro que tenia para ella (me gusta obsequiar libros a las personas especiales ), en el auto mientras en la radio se escuchaba seguramente alguna de esas canciones que las repiten a diario y mientras Didagi y yo charlabamos de problemas psicologicos que influyen en nuestras vidas, note al mirarla en la oscuridad de el auto , aquella chispa inexplicable que sus ojos irradiaban, una chispa interior que por ventana tenia su mirar, su lindo mirar, no se como explicar la sensacion que produjo en mi solo atine a decirle que tenia unos lindos ojos.
La despedida prometia un proximo encuentro, almenos eso sugeria Didagi, sugerencia que a mi tambien se me habia ocurrido pero que tan solo en ese momento no me atrevia a decirlo, un beso, un adios y muchas sensaciones extraأ±as me llevaba aquella noche, no se que, ni porque, solo se que aveces ciertas personas aparecen en nuestras vidas por un motivo, quizas para aprender una leccion, solo hay que estar atentos con los sentidos a todas aquellas sensaciones y tratar de descifrarlas para luego entenderlas.
Fue una linda noche. |
| posted by EME @ 9:28 p. m. |
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